lunes, 21 de enero de 2013

Capítulo 1.

Por fin había disfrutado de unos años de paz, aunque presentía que se habían acabado. Después de treinta años con nuestras propias normas, alguien vino a romper la paz y la armonía en Panem. Según lo que me contó mi madre, gracias a los míticos Peeta y Katniss, la imposición de las normas del Capitolio, desapareció y cada uno imponía las suyas. Convivieron y reconstruyeron su distrito, el 12, junto a sus hijos: la mayor, Primrose Mellark y el pequeño Gale Mellark. De dónde sacaron sus nombres, es un mito; solo se que así se llamaban personas a las que querían bastante, quizá hubiesen muerto. Años después de la muerte de los Trájicos Amantes del distrito 12, un malvado ser, decidió volver a la época de nuestros ancestros y tras veinticuatro años de guerra, el Capitolio volvió a vencer a los distritos, pero esta vez, dividió Panem en catorce distritos, uno por cada hijo del odioso Patrick Steven. Odio a ese hombre, es el más rastrero entre todos.



Bueno, volver a casa se me hacía duro. Tenía que pasar a través del pueblo hasta llegar la Aldea de los Vencedores, donde vivía junto a mi madre y mi hermano. Menos mal que alguien vino a salvarme de mis recuerdos.

- ¿Hoy has decidido coger vacaciones, pequeñaja? – dijo riéndose.
- ¿Cómo tú por aquí? Ves, después de dos semanas a tu novia y ni siquiera vas a visitarla, ya te vale.

Por fin, le echaba de menos, necesitaba pasar tan solo un segundo con él. Se acercó y me besó como nunca me había besado.

Conocí a Jake el año pasado, cuando su mentor se tiraba de los pelos por conseguir a un patrocinador que le proporcionase la medicina para curarle la septicemia. Estaba muy mal y, después de haber visto cómo mataban a los tributos de mi distrito, decidía ayudarle. Me había caído bien durante la semana de entrenamiento, incluso su puntuación había sido de diez. Se me acercó para darme las gracias y allí pasó. Ninguno lo buscó. Y así estamos desde entonces.

- ¿Aún recuerdas que cada dos semanas vengo a raptarte a tu distrito? He venido a traer plantas para vuestros campos.
- Mmmm, osea que vas a raptarme… Me gusta – Y con un beso callé su repuesta.

Como cada vez que venía a visitarme, iríamos de picnic al bosque, y allí podríamos estar tranquilos, haciendo lo que realmente nos gusta. Justo cuando íbamos a llegar a la pradera, un agente de la paz nos paró en seco.

- Buenos días, debéis recordar que hoy es día de cosecha y, al igual que siempre, todos los Vencedores deben estar presentes. – dijo muy serio – Nunca se sabe lo que pasará en un día así. – Nos guiñó un ojo y se marchó si dejarnos responder.

Rápidamente meditamos y decidimos aplazar el encuentro hasta las dos semanas posteriores. Acompañé a Jake hasta la estación de tren que le llevaría a su distrito.

- Jake, espero verte pronto, ¿si? – le dije preocupada – No quiero perderte – Me acerqué a él y le abracé – Te quiero.

Y sellé esa declaración de amor con un largo beso, que tendríamos que salvaguardar durante dos semanas. Me preparé para la cosecha y me dirigí hacia la plaza.

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