Seth se prepara con las flechas, Luca con su lanza, Jack con
su espada y yo con mis dos cuchillos. Nuestros enemigos igual se preparan pero
nosotros somos más rápidos y empezamos a atacar antes. Mis dos cuchillos dan
directamente en los corazones de Ariel y Alisson. Las flechas de Seth matan a
Samira y Caiten de una forma lenta pero Luca y Dan, el chico del Distrito 1,
siguen luchando. Luca espera que a Dan se le acaben las flechas, pero la última
le roza en el brazo y en ese momento con toda su rabia le lanza su arma y le
mata en el acto. Los cinco cañonazos suenan a raíz de la última muerte. Voy
corriendo hacia Luca muy preocupada. Veo que tiene el brazo ensangrentado y
rápidamente le hago un pequeño torniquete. Tras finalizar mi remedio, me da un
largo beso y un abrazo.
-Gracias, te quiero pequeña.
Sonrío. Noto que mis ojos empiezan a humedecerse y entonces
vuelvo a besar. Me doy cuenta de que lo que siento hacia Seth era nada más que
agradecimiento y no amor. Yo realmente estaba enamorada de Luca. O eso creo.
De repente me acuerdo de Shasa y miro hacia el lugar donde
ella se encontraba instantes antes de la matanza y me doy cuenta de que estaba
herida. Tiene un charco de sangre alrededor de su pierna, voy a ayudarla y le
hago otro torniquete pero la sangre sigue fluyendo de la herida e incluso la
temperatura corporal aumenta. Me doy cuenta de que tiene fiebre. Comienzo a
ponerle trapos que taponen la herida pero empiezo a imaginarme lo peor.
Rápidamente escucho un pequeño pitido y veo que desde el cielo cae un pequeño
paracaídas plateado. Sin mucha demora lo abro y saco un líquido y una pomada.
El frasquito era para la fiebre y el tubo de pomada para la herida. Con mucho
cuidado se lo aplico.
-Tranquila, ya está. La medicina hará efecto en unos
minutos, no temas.
-Gracias, Hannah. – y nos sorprendimos con una enorme
sonrisa.
Ya está anocheciendo y hacemos un campamento improvisado.
Acordamos hacer turnos para vigilar y avisar a los demás si los últimos
tributos aparecían. Los primeros son Luca y Jake, seguro que hay mucha tensión
entre ellos pero no creo que pase nada de lo que deba preocuparme.
Antes de acostarme voy a ver que tal está Clarie y Shasa.
Ésta última está durmiendo y su pierna está muchísimo mejor, la fiebre ha bajado
bastante y tiene una bonita sonrisa, debe estar soñando con algo realmente
feliz. <Espero que esta noche yo también sueñe con cosas bonitas> pienso.
Ahora me toca ir a ver a Clarie, también hablaré con ella sobre su embarazo.
Veo que está tumbada, todavía tiene mareos y náuseas, pero
no tan fuertes como antes.
-Hola, Clarie. ¿Qué tal estás?
-Estoy mejor, Hannah, pero todavía no le he dicho nada a
Jake.
Me mira con tristeza. Yo la ayudaré a decírselo pero quiero
saber cuando mantuvieron alguna rellación juntos.
- Mira, yo te ayudaré a decírselo ¿vale? Oye, ¿cuándo lo hicisteis?
– le dedico una sonrisa. Parece una pregunta atrevida pero necesito saber la
respuesta.
Me mira y me responde con tristeza.
-La noche anterior a los Juegos me subí al tejado. Tenía esa
costumbre la otra vez que estuve aquí. De repente vino él, me pilló por
sorpresa y me asusté. Me miro y se presentó y juntos fuimos conociéndonos. Le
miré de soslayo y me dí cuenta de que era bastante guapo. De repente me miró y
me sorprendió su bonita sonrisa. Me contó que su novia estaba aquí y que ojala
la mataran para no tener que luchar contra ella. Le cayó una lágrima y le besé.
Estaba enamorada de él. Me miró extrañado tras el beso, pero me pidió más,
acercándose y volviéndome a besar. A partir de ahí nos volvimos locos y
simplemente sucedió… Y aquí estoy, embarazada y él ni siquiera lo sabe…
Cuando termina yo no sé qué hacer, lo único que se me ocurre
es abrazarla.
- No te preocupes, yo te protegeré. – le digo aún abrazada.
Tenía que irme a dormir pero prefería quedarme hablando con
Clarie. Me dice que le impresionó mucho cómo luché en los septuagésimos novenos
Juegos. Cómo tan jóven luché contra chicos mayores que yo. Me sentía orgullosa
de mí misma, me impresiona cómo habla Clarie de mí. Me doy cuenta de que no
quiero luchar contra Clarie, ni Jack, Jake, Seth y Shasa.
Llega la media noche y Clarie, mi ahora mejor amiga, se ha
dormido. Me pongo a pensar en que ahora Seth y yo tenemos que vigilar y empiezo
a recordar lo que Clarie me dijo cunado me confesó que estaba embarazada de
Jake. No quiero ni imaginarme que esté enamorada de Seth. Sé que es un chico
bastante guapo, con una bonita sonrisa y unos ojos verdes hipnotizantes pero…
tengo que pensar en Luca, al menos lo intentaré.
Seth, Luca y Jake me vienen a buscar para que empiece con mi
turno de vigilancia pero antes Luca me da un beso y un abrazo. Me doy cuenta de
que cuando me besa no cierro los ojos, solo miro fijamente a Seth y pienso en cómo
sería mi relación con él.
Nos sentamos apoyados en un árbol, yo con la mirada pérdida
en el cielo que han creado los vigilantes y Seth pensando y escribiendo con un
palo en el suelo. No me esfuerzo en leer lo que escribe, más que nada porque no
quiero saber nada de él pero en ese instante, Seth me da un pequeño golpecito
en el brazo. Yo reacciono al momento.
-Mira, Hannah.
Me quedo en estado de shock, no me puedo creer lo que pone. “Seth
& Hannah” en letras gigantescas. Deduzco que la noche iba a ser muy larga y
que me iba a enterar de muchas cosas que realmente no quería averiguar.
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