domingo, 24 de febrero de 2013

Capítulo 11


Alexander se acerca rápidamente hacia nosotros con su hacha en alto. Seth y yo estamos en estado de shock, estamos desarmados y no hay nadie cerca que nos ayude. Seth me empuja lejos de él e intenta parar a Alexander.

-¡Seth, no! – grito a todo pulmón.

Me estoy poniendo nerviosa, Alexander va a matarlo. Debo hacer algo, Seth morirá por mi culpa.

- ¡Hannah! Voy a morir. Quiero que sepas que te quiero.

Me encuentro mal. Yo también le quiero. Me acerco a él y le beso, un beso rápido, de despedida. Cuando apenas le quedan unos metros para llegar a Seth, le ocurre algo y cae. Una lanza aparece clavada en su espada, la lanza de Luca. Lo ha visto todo, absolutamente todo. A lo lejos le veo, está muy triste.


- Ya era hora de que se enterase. – se acerca a mi y me coge del brazo. Bruscamente me sacudo, no quiero que me toque, ya no.
- No Seth, no. No se ha enterado de nada porque entre tú y yo no hay absolutamente nada – y tras pronunciar estas palabras corro a por la lanza.

Luca aún se encuentra entre los arbustos. Parece que no respira, está boquiabierto. Siento la necesidad de pedirle perdón por todo lo que ha visto.

- Luca…
- No Hannah, no digas nada. Ya he visto todo lo que tenía que ver.
- Pero…
- Hannah, ya. Lo nuestro se ha acabado.
- No puede acabarse. Mi hijo necesita a su padre.

Luca palidece. Pienso que no va a querer a nuestro niño. Se que me quiere, y yo a él también, lo que ha pasado con Seth solo era una tontería. Sigue sin reaccionar y pienso lo peor. Quiero irme, desaparecer.

- Luca, di algo… - digo sollozando.
- ¿Desde cuándo sabías que estabas embarazada?
- Desde el día antes de entrar en la arena.
- ¿Soy yo el padre?
- Por supuesto, ¿quién más podría se?
Mira al otro lado del campamento, señalando con la cabeza a Seth y le digo que no.
- ¿Por qué no me lo habías dicho antes?
- Tenía miedo de que al saberlo, me abandonases. No quería perderte – digo sollozando y cabizbaja.

De repente noto sus brazos, me abraza. Me reconforta sentir su calor, me hace bien. Ahora estoy segura de lo que realmente siento. Sí, quiero a Seth,  pero solo como amigo. Estoy enamorada de Luca, el padre de mi hijo. Después de un largo rato abrazados, nos separamos. Yo aún tengo los ojos húmedos y él me sonríe. Es una sonrisa dulce, que me da seguridad.

- No os voy a dejar solo nunca más, te lo prometo – dice. Me sonríe y roza mi vientre. Le miro a los ojos y nos echamos a reír. Después me abraza, es reconfortante.

Minutos más tarde aparecen los demás. Debemos hablar de qué es lo que haremos a partir de este momento, solo quedamos nosotros ocho y no estamos dispuestos a matarnos entre todos. Además, Clarie y yo estamos embarazadas.
Hacemos una pequeña hoguera en el centro  de nuestro improvisado campamento.

-Chicos, tenemos que hablar – dice Jake.
- Sí, creo que hay algo muy importante que decidir – digo agarrando la mano de Luca.
- Comos los últimos ocho y solo puede salvarse unos o incluso dos pero solo si son del mismo distrito – dice Jack.

Me pongo a pensar, Jake es el único que queda de su distrito, lo mismo ocurre con Jack, Clarie y Shasa. Las únicas parejas que quedan son Seth y su compañera y Luca y yo. Me da muy mala espina, Seth me mira con una sonrisa pícara. Mi vida está en sus manos y con lo que pasó hace unas horas… De momento, Luca y yo, hemos decidido no decir nada sobre mi embarazo, pero este es el momento preciso para anunciárselo a mis aliados.

- Tengo algo que decir. – aprieto fuerte a mano de Luca. Le miri asiento y prosigo. – Al igual que Clarie, estoy embarazada. Sería mejor si Luca  y yo nos quedamos juntos.

Todos se quedan boquiabiertos. El primero que responde es Seth.

- Enhorabuena – dice con una sonrisa forzada – Voy a ir a cazar algo. Volveré tarde, no me esperéis despiertos.

Y sin mirar a nadie más se marcha

No hay comentarios:

Publicar un comentario