No he descansado nada después de la batalla, y me estoy
durmiendo. Seth me da codazos para que me quede despierta. Oigo un ruido, cojo
el cuchillo y me pongo de pie de un salto.
-Tranquila, ha sido una ardilla.
-Bueno, por si acaso habrá que estar alerta.
-Anda siéntate y duerme un poco, ya vigilaré por los dos.
-No, da igual. No tengo sueño. – me siento y sonrío.
La noche está demasiado silenciosa. Seth se está tomando
demasiadas libertades conmigo. No deja de acercarse a mí y me está poniendo muy
nerviosa. Noto que cada vez que se acerca más, mi corazón y mi respiración,
aumentan muy deprisa.
-No te acerques tanto, por favor.
-¿Por qué? ¿Te pongo nerviosa?
- No, para nada. Es solo que…
- Cállate - y cuando
dice estas palabras, me besa.
<Le odio, será idiota, ¿cómo ha podido?> pienso. Aunque
mi mente dice que no debo seguir besándole, mis labios no hacen caso.
Noto como si algo por dentro quisiera salir, pero no le
dejo. Nos separamos tras descubrir que Clarie estaba detrás de un árbol observándonos.
Voy hacia ella, pero cuando estoy casi en el árbol, me doy
la vuelta para guiñarle un ojo a Seth. Llego al árbol y veo a Clarie sentada en
el suelo con la mano en la tripa y llorando.
-¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras?
-Nada, que… le he dicho a Jake que estoy embarazada. – dice sollozando.
-¿Y qué te ha dicho? – le pregunto levantándole la cabeza.
-Nada, se ha ido a dar una vuelta.
Un estallido nos hace mirar al cielo alarmadas. Sale la
imagen de la del 6, la compañera de Jake.
-Qué susto, menos mal que está bien. – digo aliviada.
-Sí. – dice con una sonrisa pero de repente desaparece. - ¿Lo
habrá hecho porque le he sacado de quicio y tenía ganas de matarme?
- Pero qué dices, Jake no es así. Cuando vuelva pregúntale
por qué se ha ido.
- Vale, dejaré de llorar y empezaré a ser como tú.
-No, no digas eso. Eres perfecta siendo tú misma. – sonrío y
la abrazo. En ese momento llega Jake, tiene una herida en el brazo. – Ve con él
y cúrale, podréis hablar más tranquilos.
- Vale. Gracias Hannah. – sonríe y se va.
Otra vez sola con Seth, me pone muy nerviosa. Vuelvo a su
lado, sigue sentado en el mismo sitio en el que le dejé.
- Bueno, ¿por dónde íbamos? – me coge la mano y del cuello y
me besa. No se por qué pero los besos de Luca no me sabrán a nada después de
haber probado los de Seth. Ahora es él el que se va a hablar con Jack que acaba
de cortarnos el rollo para saber qué tontería. Se alejan y veo que en el suelo
pone “Seth & Hannah FOREVER”. Me pongo colorada. Dos estallidos me hacen
salir del trance del dibujo. Entonces salen las caras de los del 8 y del 11.
ME levanto, veo que Jack y Seth vuelven algo magullado, me
lanzo hacia ellos. Les abrazo y entramos en el campamento. Luca está durmiendo,
Shasa se acaba de levantar y Clarie y Jake están durmiendo juntos con una gran
sonrisa. Está a punto de amanecer y estoy agotada así que me voy a dormir. Cuando
me levanto me doy cuenta de que estoy completamente sola.
-¡Luca! – grito pero no obtengo respuesta. Empiezo a andar y
me topo con Clarie y Shasa.
-¿Y los chicos? – pregunto.
-Se han ido a buscar a Alexander el del 12 – contesta Shasa.
-Pero entonces solo quedamos nosotros – digo mirando al
suelo. Entonces oigo un ruido, saco un cuchillo.
-¡Jake! – grita Clarie yendo hacia él. – Hannah, todavía
queda la del 5.
-Pero a ella no la podemos matar. – dice Jake.
- ¿Por qué? – pregunta Shasa.
-Porque es mi chica, preciosa. – dice Jack apareciendo de
entre los árboles de la mano de la chica.
- Vale, pero no habéis matado a Alexander todavía. – digo y
señalo al cielo. – porque todavía no ha sonado ningún cañonazo.
- Pero no tardará – dice Seth que acaba de llegar junto a
Luca. – Hagamos una cosa…
-Separémonos para buscarle – le interrumpo – Clarie y Jake
deben ir juntos.
-¿Por qué? – pregunta Luca
-Porque estoy embarazada. – contesta Clarie de la mano de
Jake.
- Exacto, los demás iremos por separado, así abarcaremos más
terreno. – digo
-Vale, ten cuidado – me dice Luca, me besa y se va.
Los demás se despiden y se van, todos menos Seth.
-¿No se lo has dicho?
-¿El qué?
- Que te gusto
-No, estoy con él desde el año pasado.
-¿Y? Podrías estar conmigo desde hoy mismo.
- No me montes una escenita ahora, que solo quedamos
nosotros y no quiero tener que matar a nadie más.
Le cojo de la mano, se agacha y me besa. Ese beso me sabe a
gloria. Pero un hacha sobrevolando nuestras cabezas nos corta el rollo.
<¡Alexander está aquí!> pienso. Miro hacia donde está él; es rubio, alto
y está bastante cachas. <Viene corriendo hacia nosotros>.
Me encanta, continuazlo pronto por favor¡¡
ResponderEliminarPor cierto... yo también estoy escribiendo una novela parecida. ¿Os importaría pasaros a echarle un vistazo? Afiliadme por favor.
Besos.
Katia Odair
Yo ya me he pasado y me encanta. :)
EliminarClarie en cuanto se conecte a una torre lo verá.
Besos.
Hannah Hugents