Alexander se acerca rápidamente hacia nosotros con su hacha
en alto. Seth y yo estamos en estado de shock, estamos desarmados y no hay
nadie cerca que nos ayude. Seth me empuja lejos de él e intenta parar a
Alexander.
-¡Seth, no! – grito a todo pulmón.
Me estoy poniendo nerviosa, Alexander va a matarlo. Debo
hacer algo, Seth morirá por mi culpa.
- ¡Hannah! Voy a morir. Quiero que sepas que te quiero.
Me encuentro mal. Yo también le quiero. Me acerco a él y le
beso, un beso rápido, de despedida. Cuando apenas le quedan unos metros para
llegar a Seth, le ocurre algo y cae. Una lanza aparece clavada en su espada, la
lanza de Luca. Lo ha visto todo, absolutamente todo. A lo lejos le veo, está
muy triste.